lunes, 7 de enero de 2013

En silencio...


No lo esperaba… como ladrón que llega por la noche a irrumpir, así llego a mi vida; sin razón, sin motivos.

Lo que parecía no ser nada fue convirtiéndose en una necesidad… vivíamos entre juegos y fantasías, esquivando la realidad cada que podíamos.

Poco a poco con el tiempo mi piel fue tatuando su nombre en cada rincón, rincones que no le pertenecían pero que hacía uso de ellos como le daba la gana, manipulando mis ganas a su antojo; y vilmente me fui acostumbrando a lo que sabía que podía ser mi destrucción… mi dulce perdición!

Una vez caí en sus redes, prometí a mi misma no volver pero me fue imposible sostener mi posición cuando mis ganas se vieron reflejadas en el. En el fondo no quería que volviera a pasar por mucho que me haya gustado todo el guion de esa historia, pero paso… resbale ciegamente entre sus ganas y ahí se empezó a escribir la continuación de lo que había quedado inconcluso hace un año atrás.

En el libro de mi vida siempre he tenido como principio “No al drama”… siempre deje las cosas tomar su curso, fluir… pero aquí algo estaba pasando, no todo estaba como se suponía que debía ser.

Una confesión basto para que la historia tomara otro curso. Me asuste por todo lo que estaba pasando en su vida fuera de la mía, no soportaba la idea de sentirme utilizada sabiendo que aunque su cuerpo estaba conmigo su mente podría estar en otra parte, ya no podía evitar sentirme así.

Fueron muchas las veces que entregue mi vida en cada beso, en cada caricia… siempre quise más de él, de mí, de los dos; pero eso que ya sabía me impidió avanzar, y por temor a salir herida decidí terminar con aquello que quiza fue nada.

Una última noche… tan solo eso quería, terminar de entregarle todo lo que pensé que en ese entonces imaginariamente le pertenecía, mi cuerpo, mi ser… derramar sobre él hasta la última gota de deseo para no desearlo más… quitarme todas las ganas que con el tiempo se fueron formando, olvidarlo todo y comenzar de nuevo; en tan solo una noche, una noche que al final quedo solo en mi mente.

Y por estar atentos a la piel y sus necesidades nunca se pudieron ver los sentimientos que ahí estaban, quizá solo dentro de mí… En Silencio



No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...