martes, 13 de septiembre de 2011

Asuntos de oficina


Esa mañana bien temprano recibí una llamada de mi jefe, me dijo que tendríamos una reunión, que era algo de suma importancia lo que quería tratar conmigo.

Quizá durante la semana hice algo que no le haya gustado, pero lo bueno es que en esas reuniones sabemos cómo resolver ese tipo de malentendidos.

Apenas terminamos la conversación, una ligera carcajada acompañada de una sonrisa fue lo que se dibujo en mi cara.





A las siete en punto ya yo estaba en la oficina esperándolo. Aproveche para terminar algunos pendientes que tenia...

Me dirigí hacia la fotocopiadora y estando justo ahí siento que alguien se me acerca por detrás. Respiro hondo, cierro mis ojos y con una picara sonrisita me muerdo los labios.


 
Era el, mi jefe que finalmente había llegado.


De pronto siento que me levanta lentamente la falda y sus manos se hacen sentir fuertemente mientras me aprieta el trasero.


Mientras me acaricia, me susurra en el oído que me va a esperar en su oficina en cinco minutos, que no demorara pues el asunto era importante.


Con la mente un poco alborotada y las sensaciones a flor de piel, me dirigí hacia su oficina...

 

Entre silenciosamente, le puse seguro a la puerta y fui directo hacia su silla...


Estando a su espalda, le voy desabotonando lentamente la camisa mientras le digo al oído: "Ya era hora de que tuviéramos una reunión"...

 

Voy al frente y me siento sobre su escritorio,
pongo mis piernas entre los brazos de su silla,
mis manos se deslizan sutilmente desde mi tobillo hasta los muslos.


Ahí estaba frente a mí, el soltero más codiciado de la ciudad, Robert Thompson, mi jefe; ese joven apuesto con el que he fantaseado millones de veces.


Me voy quitando muy despacio los botones de mi camisa mientras mi pie se mueve delicadamente sobre su pantalón de tela.

 
De repente se levanta de la silla y se para delante de mí en la mesa...


Con sus dos manos acaricia mi cuello, y me besa... hmm, a buena hora, besos húmedos y calientes, con lo mucho que me gustan.


Sus manos se introducen muy rápido debajo de mi falda, al mismo tiempo que eleva una de mis piernas hacia su cintura.


Me dice que el motivo de la reunión era para hacerme un aumento,
que quería aumentar mi deseo, aumentar mi placer, aumentar todas mis sensaciones hasta el más alto nivel.


Le desabrocho el pantalón y lo recuesto en su silla...
y justo cuando voy directo hacia el sur, en donde pretendo hacer una larga parada...




Robert Thompson (Jefe): "Hola, hola Julia, sigues en el teléfono?, estas ahí?"
Julia (Asistente): "Ehm, si, discúlpeme licenciado, me distraje por un momento, que me decía?"
Robert Thompson (Jefe): "Que mañana tenemos la reunión con los del nuevo proyecto, para que te encargues de eso".
Julia (Asistente): "Esta bien licenciado, yo me encargo".



Rayos! esta fue otra de mis fantasías.


viernes, 9 de septiembre de 2011

Los mejores recuerdos








Hoy como cada noche llegan a mi mente los mejores recuerdos…


Tu olor, tu sabor; todas esas noches despertando junto a ti.
Cuando tus labios se adueñaban de cada parte de mi cuerpo,
cuando tus manos dominaban todo mi deseo y tu piel se hacía parte de mi ser.


Recuerdo tus dedos jugando con mis cabellos,
tu lengua recorriendo mi cuello,
esas mordiditas suaves en la oreja cuando apenas empezaba la noche.


Tus caricias en mi rosto, que me hacían sentir hormiguitas en toda la piel.
Esos besos suaves y tiernos que me mantenían desvelada toda la noche.


Recuerdo el recorrido de tu aliento,
las tantas veces que tus manos reposaban en mi humedad,
cuando mi inocencia se fundía en tus años de experiencia.


No puedo olvidar esa lengua tibia y húmeda que sacaba los más hondos respiros de mis entrañas.


Tantas noches jugándonos a querer, tantas sabanas manchadas con el sudor de nuestra piel.


Hoy como cada noche llegan a mi mente los mejores recuerdos…
Junto a ti.




jueves, 8 de septiembre de 2011

Esta noche



Esta noche quiero bailar sobre tu cuerpo,

Que mi pasión vaya al compas de mis caderas cuando me monte sobre ti,
cual jinete sobre su caballo favorito.

Con mi silueta mostrarte los increíbles acordes del deseo,
hacer que escuches la melodía del placer en cada uno de mis gemidos.

Esta noche quiero bailar sobre tu cuerpo; suave, lento...
Mirarte codiciosamente mientras te veo suspirar,
Besarte, acariciarte, en un tango interminable donde solo se respire libertad,

Libertad que se descubrirá cuando lentamente nos quitemos la ropa,
cuando mojemos nuestra piel con el sudor de nuestros cuerpos,
que gustosamente bailaran y se disfrutaran.

Esta noche quiero bailar…






Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...