domingo, 25 de diciembre de 2011

A que le temes?

 
Tienes miedo de sentir como mi presencia te inquieta,
como el aroma de mi piel te hace desearme de una manera incontrolable.

Tienes miedo de que mis besos te conquisten al nivel de no querer separarte de mi,
de que mis manos recorran toda tu piel y se despierte la fiera que hay en ti.

De sentir como mi lengua juega gustosamente con tu sexo,
de ver como dibujo mi deseo sobre cada rincón de tu piel con tan solo un dedo.



De ver la manera en que bailo para ti,
de saborear la forma en que toco mi cuerpo por ti... frente a ti.

Tienes miedo de lo mucho que te pueda hacer,
de lo tanto que puedas disfrutar.

Te lo juro que no te arrepentirás,
cuando te haga subir, y luego lentamente bajar.



Desearas tenerme otra noche más,
porque en mi no dejaras de pensar,
 querrás tener más tiempo para conmigo fantasear.

Ya no lo pienses más y ven conmigo, juntos lo vamos a disfrutar.
Te aseguro que al día siguiente me pedirás otra ronda mas.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Tan bueno como para ser contado

Esa tarde había una fiesta en casa de mi amiga Julia. Ella tiene una casa hermosa en las afueras de la ciudad, con una vista impresionante.

Allí lo conocí, recuerdo que de lejos notaba la forma en que me miraba, mientras yo bailaba veía como tomaba los largos sorbos de su cerveza sin despegar la vista de mi.


Discretamente le pregunte a mi amiga sobre el, le dije que me parecía un chico interesante, y ella me contesta que ese es su primo que recientemente había llegado de viaje y que justamente antes de yo hablar con ella ya el le había preguntado sobre mi. Wow, eso me hizo sentir unas ligeras cosquillitas en el estomago y solo me provoco mirarlo y sonreirle de una forma un tanto insinuante.

Mientras todos hablaban y bailaban, yo decidí ir a la cocina con la excusa de buscar una botella de vino, pero antes le hice la proposición con la mirada de que me siguiera.


Estuve en la cocina por unos cinco minutos, ya no iba a venir, seguramente se asusto con mi forma de ser tan directa y se quedo pensando cosas horribles de mi. - Eres una estúpida. Me dije a mi misma en voz alta.

- No creo que lo seas, disculpa la demora, estuve asegurándome de que nadie nos viniera a interrumpir. Así me dijo el estando pegado a mi espalda mientras me apretaba delicadamente. Me di la  vuelta y lo único que se nos ocurrió fue besarnos. Me tomo por la cintura y me sentó en la meseta de la cocina... empezó a besar mi cuello de una manera sumamente deliciosa.




Había mucho ruido en la casa, las personas hablando fuerte, la música alta, el sonido de las botellas y las copas, todo nos resultaba molesto en ese momento, sentíamos la necesidad de estar solos, de tener un poco de privacidad.

Le dije que en ese lugar no me sentía cómoda, que no me podía concentrar en lo que estábamos haciendo, y que quería que fuéramos a otro lado. El me dijo que eso no era problema, que conocía un lugar por ahí cerca que estaba seguro que me iba a gustar. 

Salimos por la puerta de atrás de la casa, nos montamos en su carro y en menos de diez minutos ya estábamos en el lugar. Me llevo a un rio que tenia una cascada impresionante. Por suerte habíamos traído algunas cervezas con nosotros. Nos recostamos en la arena y entre palabras y algunos tragos ya el deseo se hacia presente.


El sonido de la cascada al ritmo de nuestros besos, sus suaves manos por todo mi cuerpo. Solos el y yo en ese lugar paradisíaco con el temor de que alguien nos fuera a encontrar, eso realmente nos asustaba pero a la vez nos encantaba.

Sentir su piel sobre la mía, los dos mojados, sobre aquella arena blanca, disfrutandonos, conociéndonos, alimentando nuestro deseo con el mas inmenso placer. 



Antes de que anocheciera nos regresamos a la casa, la fiesta estaba tan entretenida que mi amiga Julia no sintió nuestra ausencia. Nosotros solo nos reíamos por aquella loca pero maravillosa aventura que vivimos aquella tarde. Aprovechamos la fiesta y bailamos, compartimos con los amigos, y tan pronto se termino la fiesta ya cada uno se iba marchando a su casa. Mi amiga se despidió de mi y me dijo que ya se iba a dormir, que si quería me podía quedar compartiendo un rato mas con su primo. Nos miramos, sonreímos y el me pregunta: - Te animas? ... a lo que yo solo le contesto mordiéndome los labios y literalmente arrastrándolo por un brazo hasta su carro.


Regresamos a ese lugar, volvimos a vivir y a reinventar lo que nos falto aquella tarde.

Ya no nos importaba si alguien nos encontraba, o si nos esperaban en casa... nos quedamos para disfrutar como manda la ley, hasta el amanecer.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Entre recuerdos, las ganas y el olvido



Lo nuestro fue tan inusual, intenso, ocasional… PROHIBIDO y a la vez tan esporádico, tanto así que se puede contar con una mano las veces que estuvimos juntos.


Fue nada pero a la vez fue todo. Mis recuerdos me aseguran que no disfrutamos lo suficiente, pues muchas de mis fantasías se quedaron guardadas solo para ti.


Me quedé con las ganas de quitar tu ropa lentamente, lamer toda tu piel bien despacio, y luego alejarme mientras te veía suplicarme que continuara.


Me quedé con ganas de decirte NO, en ese momento en que esperabas un SI.


De insinuarte tantas cosas con mi mirada, de embriagar nuestros cuerpos con alcohol e invertir una noche solo para ti; bailarte, besarte, tocarte, disfrutarte… que pudieras sentir hasta dónde puede llegar el deseo de una mujer insaciable.


Me quedé con las ganas de volver a sumergirme en tus besos, esos malditos besos que ponían mi mundo al revés, y de tan solo recordarlos me provoca cerrar los ojos, morderme los labios y enojarme porque no estás aquí.


De sentir como la pasión se adueñaba de nuestros cuerpos... Claro que me quede con ganas de eso.

De envolvernos con el morbo mas exquisito mientras inventábamos tantas cosas, en tantos lugares, lugares que aun mantienen la curiosidad de lo que en algún momento pudo ser.

Quizá sea por el hecho de que no teníamos ningún compromiso, nada nos ataba al otro, ni siquiera lo sentimental, lo único que nos unía era ese fuego que sentíamos cada vez que estábamos juntos y esto resultaba aventurero e interesante, o que todo sucedía espontáneamente, lo cual me parecía espectacular, sin dramas ni reproches, simplemente vernos cuando queríamos, a escondidas, era algo realmente fascinante. Saberte prohibido, compartido, y no solo con una, sin duda alguna que fue algo nuevo y puramente excitante para mi. Una experiencia mas para el baúl de mis historias.

Mi mente aun conserva esa imagen en especifico, la que esa noche te dije que grabaría en mi memoria, y que hasta el día de hoy sigue intacta... La recuerdas? Tus ojos mirándome fijamente mientras tu lengua me transportaba a lugares lejos de mi realidad. Esa imagen que con los días trato de olvidar porque me tortura con tan solo recordar.

Y como olvidar lo que desataste en mi aquellas noches... estoy segura que no fue "gracias al vino" o "gracias al whisky", mas bien fue gracias a ti, a tus manos y a tu pasión que lograron seguir el ritmo perfecto de mi deseo al pie de la letra.

Hoy cada uno ha tomado su camino, el trayecto al menos me pareció interesante, y no lo voy a negar, lo disfruté mientras duró. Pero de algo sí estoy segura; y es que a pesar de todo, en nuestros pensamientos siempre los recuerdos hablarán de nosotros.



domingo, 4 de diciembre de 2011

Verte dormida



Mi sol... eres tú la luz de mi despertar.
Me gusta verte dormida, tierna, mía...

Jugar con tu pelo dulcemente y acomodarlo detrás de tu oreja.
Besar tu mejilla, respirar profundo sobre tu cuello mientras siento el rocío de la mañana en cada poro de tu piel.

Jugar con tu bata de seda sobre tus senos, moverla lentamente sobre tu piel para que puedas sentir la sensación... respiro suavemente sobre ellos, paso mi lengua bien despacio sobre tu firme pezón que se ha vuelto mi debilidad, lo saboreo, me sabe a cielo.

Te siento despertar, un gemido sale de tu boca, y con tus manos me acaricias el cuello...
Voy besando poco a poco cada centímetro de ti, voy bajando bien despacio, no quiero perderme ni el más simple detalle de tu cuerpo.

Mi lengua traza los pasos de mi deseo por encima de tu ropa interior, el caliente de tu piel ya lo puedo sentir. Me gusta verte suspirar, ver que cierras los ojos y deseas mas... Voy bien despacio, lentamente para que los dos podamos disfrutar.

Te voy quitando tu lencería blanca, al mismo tiempo que mis besos le siguen el trayecto...
Ahora estas libre, sin ataduras, sin nada que estorbe tu majestuosa figura... desnuda.

En tu zona sur he encontrado la exquisitez de la vida, saborear cada mañana los restos de la pasión que nos consumió la noche anterior es algo que no cambiaría por nada.

Esta es solo una de las razones que me hace querer despertar a tu lado otro día más... solo para verte dormida mientras veo el sol salir a través de tu piel.


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