Este es el día en el que hace exactamente un año empezó todo…
Esta es la fecha para la que hace casi un año no sé nada de él…
Recuerdos mojados en el más profundo erotismo me hablan de su
existencia ya ausente.
Cierro los ojos, y con un profundo suspiro vuelvo a sentir la
misma sensación que hizo que mi cuerpo vibrara con tan exquisita liberación en
aquellas noches prohibidas.
Cada detalle, cada lugar, cada conversación, cada maldita cosa me
viene a la mente como si hubiese sucedido ayer. Realmente nunca sentí más que
curiosidad de estar con él, nunca me intereso más que para una buena amistad,
hasta esa noche…. esa noche en la que tuvimos un encuentro inevitable, ese
momento en que sus manos en mi sexo me hicieron sentir que quería más, mucho
más. Su boca saboreando toda mi humedad con tan indescriptible esmero, mientras
veía una locura desenfrenada en sus ojos que reflejaban deseo y pasión cada vez
que hacían contacto con los míos. Mis labios conservan su sabor, la deliciosa
rigidez de su erección que se mantenía en alto con niveles impresionantes. Mi
parte más profunda se calienta de pensar que se ponía así…por mi!
Se me hace imposible no pensar en el cuándo cruzo por el pasillo
de los licores en el supermercado, y peor aun cuando veo ese vino en especifico,
que provoca que mis labios dibujen una sonrisa picara mientras cierro los ojos
y en mi mente solo retumba la palabra “maldito”, recordando todo lo vivido
gracias a una de esas botellas… Si! gracias al vino.
Me siento bien con la decisión de haber tomado distancia, porque hay algunas cosas con las que no se puede luchar, la vida tiene ciertas reglas que es mejor respetar… aunque a quien engaño? La verdad es que nunca he sido mujer de respetar reglas… pero bueno, el caso es que es mejor así; mi mente está en completa tranquilidad, y aunque mi cuerpo se retuerza con la decisión, trato de no prestarle atención.
Esto no es normal. No es posible despreciar y desear a alguien con
la misma intensidad… estoy pensando seriamente en un lavado de cerebro, aunque
temo que lo que mi mente olvide, mi cuerpo me lo recuerde, lo cual es algo que
no dudo que suceda.
Lo nuestro fue cosa de momento, y esto es lo que me excita con tan solo pensarlo. Lo prohibido que fue todo, lo excitante e inesperado de cada momento… pero hay momentos que uno quisiera repetir una y otra y otra y otra vez, hasta que al final se conviertan en eternidad sin apenas darnos cuenta.
Por otra parte, no estoy sola, y sé que él tampoco lo está… pero
por más que se quiera evitar, hay recuerdos y ocasiones que tienen nombre y
apellido, y ni hablar de que la piel lleva registrado en lo más profundo de si cada
trazo de la persona que logro cautivarla.
Ha pasado casi un año y la verdad es que a pesar de todo no estoy interesada en volver a verlo, aunque si pasa…. bueno, espero que no.
3 meses… Mis sensaciones, suspiros y deseos se encierran en
prácticamente 90 días, en los que quizá compartimos 15, y estuvimos juntos apenas
2. En serio? Como puede ser esto posible?
Ahora es que caigo en cuenta! No es la cantidad, es la calidad… y me permito agregarle algo más: “INTENSIDAD”.