En mis manos he encontrado el consuelo que tantas veces fingí que me dabas…
Tus manos, tu lengua y tu cuerpo ya no me sirven de nada.
Rompecabezas sin piezas, juegos sin iniciativa,
sexo sin placer, eso eres para mi.
Que me eleven hasta el cielo envuelta en puro deseo,
que me hagan venir como si se desatara un aguacero,
que me maten de placer… eso es lo que quiero.
Lamento tanto el tiempo perdido,
pero se que muchos estarán dispuestos a colaborar cuando sepan esta triste historia de una chica a la cual su novio no supo tratar.
