A las ruinas de mi vida llegaste,
La pasión y el deseo en mi despertaste.
No recuerdo desde hace cuando tiempo estaba yo allí,
Pero por suerte llegaste tu y con un beso me hiciste sonreír.
Tus caricias me despertaron,
Tus besos me resucitaron,
Tu fuego y tu pasión de mi se apoderaron.
Llegaste tú y mi mundo cambió,
llegaste y desde entonces el placer en mí por siempre habitó.
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